martes, 18 de diciembre de 2012

Igualdad versus tiempo... (Conciliación)



Casi siempre que se habla de igualdad tendemos a referirnos a hombres y mujeres y a basarnos en términos claramente laborales y familiares traducidos a pura y dura economía. Pero hoy le he estado dando una vuelta de tuerca a todo eso (una más de entre tantas) y he empezado a pensar en la Igualdad en términos de personas y traducida a tiempo.
El mayor bien del que dispone una persona es el tiempo. La sociedad de consumo y previamente la industrial (no me baso en datos históricos solo en intuición, incluso es posible que me equivoque) igualó el tiempo a dinero, y el dinero pasó a ser el mayor bien de las personas.
Al traducir el tiempo a dinero, el primero pareció no ser importante. Da igual cuanto se trabaje si te pagan, los trabajos no remunerados no tiene el mismo reconocimiento que los remunerados aunque las personas hayan invertido en dichas labores el mismo tiempo. La conciliación familiar y laboral pasa por pagar a personas para que dediquen tiempo a tus hijos e hijas o a personas dependientes o a que alguien de la familia (abuelos, abuelas, tíos, tías) te regale su tiempo. O lo que es lo mismo en que ocupes el tiempo de otros.
Y… claro al final no todo el mundo dispone del mismo tiempo, aun teniendo el día 24 horas para todas las personas.
Pero en esta sociedad el tiempo no parece importante. Pues SI lo es. Es lo más importante. Disponer del propio tiempo sin presiones sociales, familiares ni culturales. Que los salarios sean iguales a igualdad de tiempo invertido. Que el tiempo que regalas te sea devuelto (todos necesitamos nuestro tiempo).
 
Y entonces… aquí viene la igualdad… no solo entre hombres y mujeres como pareja si no entre todas las personas que comparten una Unidad familiar (No digo familia para no caer en tópicos de progenitores y prole). Porque el sistema familiar dentro de una sociedad es el eje más importante en el cual ejercer la igualdad.
La igualdad en el seno familiar tiene que ver con el tiempo invertido en que ese sistema tenga una buena calidad de vida., es decir que al disgregar las tareas en tiempo invertido, de una ecuación en la que X, Y, Z… aporten lo mismo. Da igual que tipo de tarea, no se trata de que todos trabajemos fuera de casa o dentro, ni de ver quien trae el sustento en forma de dinero. Da igual que seas madre, padre, hijas, abuelo o lo que seas.
Creo que un buen comienzo sería reflexionar sobre nuestro tiempo y el de las personas con las que convivimos. ¿De cuanto tiempo personal dispones? ¿A costa de qué? ¿Quien te regala su tiempo? Y tú… ¿cómo le correspondes?
El tiempo personal es ese del que solo saca provecho uno mismo.
 
 
“Mamá, ya que te encargas de los niños todas las tardes el sábado vengo y te ayudo a limpiar las ventanas, o te plancho la colada, o te invito al teatro”
“ Hermana, ya que cuidas de papá todos los días y noches del año, te llevo la comida hecha los lunes y jueves”
“Ya que trabajan para que yo pueda estudiar, me encargo de la limpieza de la casa los sábados, además de mis tareas diarias”
“Como tú trabajas dentro de casa yo lo hago fuera , ambos tenemos el mismo status familiar, social y económico y además ambos tenemos en cuenta la necesidad de tiempo personal del otro”
No parece tan difícil…
Esta es mi reflexión navideña, para eso es la Navidad ¿no? Para tener buenos propósitos y demás… Os invito a que reflexionéis y hagáis nuevos propósitos en materia de igualdad.